¿Eres más de estilo clásico o te inclinas hacia el estilo moderno? Esta disyuntiva tiende a dividir en cuestiones de decoración de interiores y no siempre es fácil decantarse por uno u otro.
Se tiende a pensar que, los muebles clásicos, conforman una decoración “pasada de moda”, donde solo tienen lugar voluminosos cortinajes, sillas de estilo Luis XVI o candelabros profusamente decorados. En el otro extremo, encontraríamos el estilo moderno, que nos sugiere minimalismo, estancias diáfanas y líneas rectas.
Parece que tenemos muy claro qué es un mueble clásico y qué es un mueble moderno, pero, ¿realmente es así? A fin de entender bien de qué hablamos cuando nos referimos a los muebles clásicos y a los muebles modernos, hemos preparado esta guía para aprender a distinguirlos y conocer sus principales características.
Características de muebles modernos
El estilo decorativo, que sirve de marco a los muebles de estilo moderno, es hijo de la revolución industrial. El estilo moderno se hace eco de las grandes capacidades de las máquinas para aportar soluciones a las viviendas, siendo un claro reflejo del momento social que se vivió a mediados del siglo XX.
En el estilo moderno se apuesta por la funcionalidad de las estancias y, también, de los muebles. En decoración, se rompe con la tradición anterior, caracterizada por la opulencia, el lujo y la abundancia, en pos de líneas puras, paletas de color suave y espacios abiertos y diáfanos.
Así, si tuviéramos que destacar las características de los muebles del estilo moderno mencionaríamos:
- Formas rectas: se abandona la línea curva tan propia del estilo clásico y se apuesta por un diseño simple, de líneas rectas y detalles decorativos discretos. Las superficies son lisas, lo que da lugar a una decoración armónica y funcional.
- Funcionalidad por encima de la forma: la sencillez y la funcionalidad están por encima del valor decorativo de las piezas. Si bien es cierto que no se desatiende el valor ornamental, sí que está supeditado a la practicidad del mueble que, ante todo, cumple una función, más allá de la puramente decorativa.
- Colores: la paleta neutra es la gran ganadora del estilo moderno. Negro, gris y blanco conforman la triada cromática imprescindible de este estilo.
- Dimensiones: lejos de las voluminosas proporciones de los muebles de estilo clásico, los muebles de estilo moderno apuestan por transmitir ligereza y liviandad. Es, por ello, que muchos de ellos se colocan en voladizo.
- Materiales: encontramos una gran variedad de materiales, desde la madera artificial, como el contrachapado o el aglomerado, o madera lacada en colores oscuros, como el negro.
El poliuretano es otro de los materiales más usados para los muebles modernos, así como el acero inoxidable cromado, muy empleado en los pies de sofás, butacas y sillas.
Características de muebles clásicos
Dado que, el estilo moderno, supone la ruptura con el estilo clásico, a la hora de definir los muebles clásicos basta con pensar en las características opuestas a las que hemos mencionado en el apartado anterior.
- Formas curvas: las formas ovaladas y las líneas curvas dominan los muebles de estilo clásico. Tal cualidad se debe a las influencias francesas de los muebles Luis XVI, los cuales se tomaron como referencia para la confección de las cómodas, butacas, consolas, aparadores…
En general, se trata de formas barrocas con las que dotar a los muebles de dinamismo y opulencia.
- Colores: en la paleta cromática de los mubles de estilo clásico, dominan los tonos madera, intensos y oscuros. Nogal, caoba, cerezo o roble, son las maderas más utilizadas para la fabricación de los muebles de estilo clásico.
Junto a estos tonos, se incorporan los dorados en los tiradores de los muebles o en los marcos de los espejos, aportando un toque de distinción y riqueza.
- Dimensiones: los muebles de estilo clásico son macizos y voluminosos, a fin de expresar la opulencia de este estilo decorativo. Son, por tanto, muebles pesados que, además, suelen incluir cristales o piedras, como el mármol.
- Materiales: La madera es la reina de los materiales en los muebles de estilo clásico. Las maderas nobles, como el nogal, la caoba, el castaño o el cerezo se han empleado tradicionalmente en la elaboración de los muebles de estilo clásico.
Otros materiales presentes en estos muebles son: el mármol, el cristal o el vidrio, realzando el lujo y la riqueza.
Diferencias entre muebles modernos y clásicos
Llegados a este punto, parece sencillo distinguir un mueble clásico de uno de estilo moderno. Y es que, las diferencias, se encuentran en, prácticamente, todos los aspectos que conforman el mueble.
En primer lugar, cabe destacar el objetivo con el que se confeccionan los muebles en uno y otro estilo.
Si bien es cierto que, en ambos casos, los muebles cumplen una función, el estilo moderno pone el acento en la practicidad de los muebles. Sobre todo, han de facilitar el día a día por lo que no resultan tan pesados como sí puede ocurrir en los muebles de estilo clásico.
Tal cualidad, nos lleva a la siguiente diferencia: los materiales empleados. Al perseguir la creación de un mueble más liviano y ligero, se sustituye la madera maciza por otro material que minimice el peso, como el aglomerado o el poliuretano, un material plástico cada vez más presente, por ejemplo, en sillones.
En este sentido, las dimensiones son otra de las diferencias. Frente a la voluminosidad y grandeza de los muebles de estilo clásico, los muebles modernos tienden a estar fragmentados para que puedan distribuirse y aligerar la carga visual.
Otra diferencia que salta a la vista cuando comparamos muebles clásicos y muebles modernos son sus formas y líneas predominantes. Frente a las curvas, molduras o patas torneadas que encontramos en los muebles de estilo clásico, los muebles modernos presentan líneas rectas y superficies lisas, creando un entorno más estático.
Decantarse por uno u otro estilo recae en los gustos de cada uno. Aunque siempre se puede apostar pro una decoración ecléctica, que incluya lo mejor de cada uno de estos estilos.