La decoración de interiores en estilo clásico es toda una evocación de elegancia, sofisticación y lujo. Se trata de ambientes que beben de estilos de época, sobre todo, inspirados en los tiempos de Luis XV y Luis XVI.
Sabiendo esto, podemos intuir cómo ha de ser una sala clásica: mobiliario de gran tamaño, grandes espejos, lámparas de araña, candelabros dorados y ricos tejidos que decoran ventanas, suelos y butacones.
Conocer las claves del estilo clásico en la decoración de interiores está al alcance de cualquiera; saber cómo decorar una sala clásica con gusto requiere de un conocimiento más profundo.
¿Quieres saber cómo decorar una sala clásica como un auténtico profesional del interiorismo? No te pierdas lo que viene a continuación.
Elección de los colores
La paleta cromática que conforma la decoración de interiores de estilo clásico se basa en las tonalidades claras y neutras.
El estilo clásico es el gran protagonista de la elegancia y el ensalzamiento de los valores nobles. Por ello, escoge colores conservadores como el blanco, el beige o el color crema. Se trata de tonalidades que favorecen una visión armónica y equilibrada del conjunto.
¿Cómo emplear los colores en el estilo clásico de manera adecuada? Te aconsejamos destinar los colores neutros a las grandes superficies: techos y paredes lucen colores neutros que ayuden a equilibrar la potencia visual de los elementos decorativos.
Los suelos, por su parte, suelen ser de madera, por lo que, ya sabemos que los marrones, en diferentes tonalidades, estarán presentes, junto a los muebles.
Si quieres conseguir un resultado elegante, además de emplear tonalidades claras, apuesta por los diseños lisos, que proporcionen luminosidad y una sensación de amplitud de la estancia.
Escoge los accesorios decorativos
Una vez hemos definido los colores destinados a las superficies, pensemos qué elementos y accesorios decorativos llenarán la sala.
Podemos establecer una lista detallando cuáles son los elementos que no pueden faltar en la decoración de estilo clásico.
Espejos
Los espejos son un complemento esencial de cualquier sala decorada en estilo clásico.
Se trata de espejos de gran tamaño que, o bien presentan un marco en madera tallada, o bien son marcos dorados, con formas curvadas y relieves de hojas y flores. Estos espejos destacan más por su valor decorativo que por su funcionalidad.
A la hora de colocarlo, guíate por las entradas de luz. Situar el espejo enfrente de una ventana creará un efecto visual por el cual, la sala, parecerá más grande.
Lámparas y candelabros
Por lo que respecta a los elementos encargados de la iluminación de la sala, nos encontramos con las lámparas y los candelabros.
Por lo que respecta a las primeras, las lámparas de araña son las más características de este estilo y, también, las más elegantes. Aunque, si lo prefieres, también puedes optar por diseños más sencillos, con tulipas de tela blanca o, incluso, con formas florales en cristal.
Por lo que respecta a los candelabros, el dorado es la tonalidad favorita. Estilizados, elegantes y dotados de numerosos detalles decorativos, los candelabros aportan un toque de sofisticación allá donde se encuentren.
Alfombras
Las alfombras se convierten en la base más elegante sobre la que disponer las mesas de patas torneadas y los butacones propios del estilo clásico.
Las alfombras favorecen la calidez y sensación de hogar que se busca transmitir con el estilo clásico. Para sus colores, decántate por los neutros, los cuales son muy versátiles y combinan con cualquier tonalidad.
La simetría es clave
Si bien, la simetría, es uno de los conceptos básicos del interiorismo, en el estilo clásico adquiere pleno sentido.
El estilo clásico juega simétricamente con el mobiliario y los accesorios decorativos: dos butacas, dos mesitas, dos espejos, dos lámparas, dos candelabros. La utilización de parejas de accesorios o muebles, ayudan a crear un conjunto simétrico en el que, los elementos, se colocan de forma paralela.
El estilo clásico busca el equilibrio en sus formas, por ello, se ayuda de la simetría para establecer un orden y crear un entorno armónico.
Los muebles de madera: los grandes protagonistas
La madera es uno de los materiales por excelencia de los ambientes de estilo clásico. Junto al cristal y la porcelana, la madera continúa la línea de materiales nobles que caracterizan a este estilo tan elegante.
Las maderas oscuras – nogal, cerezo o caoba – son las favoritas. Sin embargo, en muchos hogares se decantan por pintar la superficie de los muebles en tonos blancos. Dependerá de tu gusto personal y, también, de la iluminación de la sala.
Los muebles se caracterizan por sus grandes dimensiones. Butacones, cómodas, mesas y sofás de gran tamaño expresan la grandeza y lujo que evocan estos ambientes. Todos ellos tienden a las formas redondeadas y curvilíneas, aportando un gran dinamismo, propio del estilo barroco.
Atención a la tapicería
Las telas son muy apreciadas en la decoración de estilo clásico y se encuentran presentes en la práctica totalidad de la sala: cortinas pesadas y voluminosas, sillas, alfombras, butacones, sofás… cualquier superficie es adecuada para colocar telas de gran exquisitez.
Por lo que respecta a los tapizados, lo acabados en capitoné son muy comunes. Se trata de un tipo especial de acolchado de asientos y respaldos caracterizado por el uso de botones, los cuales tienen la finalidad de sujetar el relleno.
La tapicería de los muebles tiende a diseños muy vistosos y colores llamativos. Habrás de escoger con cuidado las telas para no caer en un ambiente demasiado recargado.
Tips para una decoración clásica con gusto
Para decorar una sala en estilo clásico y triunfar en su diseño, ten en cuenta las siguientes tips:
- Busca la armonía: todo en el estilo clásico está pensado para crear un ambiente armónico. Para conseguirlo, combina las formas rectas con elementos curvos propios de los muebles. Conseguirás un resultado equilibrado.
- Toques de color, manteniendo lo clásico: si quieres salir de la paleta de los neutros, apuesta por colores que transmitan elegancia y serenidad, como los verdes y los grises. Te ayudarán a conseguir el equilibrio perfecto entre clásico y moderno.
- Si la arquitectura es recargada: columnas, molduras, rosetones… si la arquitectura es muy decorativa, opta por rebajar la cantidad de muebles o que estos sean de líneas rectas.